Este libro no es una autobiografía propiamente dicha. En el Pietro Ubaldi hace un profundo análisis de los acontecimientos más importantes de su vida: su renuncia a los bienes materiales, mostrando que no fue una renuncia vacía; su misión Cristiana, con la recepción de los veinticuatro libros que analizan problemas de naturaleza religiosa, filosófica y ética.

Más allá de eso, otros temas fueron abordados con igual profundidad. El papel de la Iglesia Católica en el mundo y el incumplimiento de la justicia social, propiciando la implantación del comunismo; la nueva moral, más evolucionada, que viene al encuentro del bienestar colectivo; el calvario de un idealista que busca su propia redención espiritual junto a los hombres; los tres niveles de la conciencia, caracterizando tres estados evolutivos del hombre; la importancia de las religiones en la Tierra, para el retorno del alma a su Creador.

En Un Destino Siguiendo a Cristo, vamos a encontrar el método lógico y racional del funcionamiento del Banco de Dios, alusión al Banco de la Tierra. Con la lectura de este capitulo, el lector comprende fácilmente, el mecanismo del Crédito – Deuda en el Banco del Cielo.

Las causas de nuestras alegrías y dolores, el ansia de una felicidad duradera, la búsqueda de una paz de espíritu, la certeza de que podemos conocer y obedecer los dictámenes de la Ley, la seguridad de que alcanzaremos el Reino del Padre a través de nuestra evolución, merecieron un destaque especial del autor.

Pietro Ubaldi, persiguiendo tenazmente su objetivo, alcanzó su meta: Llevar a la humanidad un nuevo modelo de vida, mostrando al mundo que la Buena Nueva de Cristo puede ser puesta en práctica aquí en la Tierra, y que quién lo haga será victorioso.

El estudio de su propio caso, frente a la vida revestida de mistificaciones, lo lleva a profundizar el examen del fenómeno inspirativo o intuición, que le posibilitó penetrar el misterio y traer el conocimiento de las grandes verdades.

Un libro agradable, profundo y oportuno, escrito por quien siguió el ejemplo de Cristo, meta de las ascensiones espirituales que terminan en Dios.